El
mantenimiento de aeronaves es un elemento fundamental del sistema en
que se apoya la industria aeronáutica mundial. La aparición de equipos
desarrollados recientemente, que presumen durar por muchos años y operar
diariamente sin fallos, ha inducido a creer en una mayor confiabilidad,
un mejoramiento del funcionamiento y una reducción de los costos
operativos.
Debido a esta errónea interpretación,
ha surgido la idea fija de que es posible reducir drásticamente la
fuerza laboral. El mejor funcionamiento de los equipos conduce a una
reducción de las necesidades de mantenimiento, que equivale a una
reducción de los gastos operativos. Normalmente se logra esta reducción
de los gastos operativos a través de una disminución del número de
técnicos de mantenimiento, de los beneficios para los trabajadores y de
los gastos de entrenamiento.
La realidad es que a
pesar de las tecnologías mejoradas todavía necesitamos seres humanos
para mantener y operar los equipos y para hacerlo en conformidad con las
normas legales. La introducción de nuevas tecnologías no ha reducido la
carga laboral o las necesidades formativas. En otras palabras, a medida
que el tránsito aéreo y los estrictos requisitos de los horarios
comerciales imponen mayores exigencias respecto del uso de las
aeronaves, también aumentan las demandas y presiones sobre las
operaciones de mantenimiento para obtener servicios a tiempo, tendencias
que evidentemente continuarán.
Esto traerá
consigo más oportunidades para que se produzcan errores humanos y los
consiguientes deslices en materia de seguridad.
En
1986, La Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional
(OACI), adoptó la Resolución A26-9 sobre Seguridad en Vuelo y Factores
Humanos. Como una consolidación de esta Resolución, la Comisión de
Navegación Aérea formuló el siguiente objetivo como tarea:
Mejorar
la seguridad en la aviación haciendo a los Estados más conscientes y
sensibles en la importancia de los factores humanos en operaciones de la
aviación civil a través de proporcionar material práctico en factores
humanos y medidas desarrolladas sobre la base de la experiencia en los
Estados.
ENTORNO.
El
gran desarrollo experimentado por la tecnología en los últimos años, ha
dejado a los factores humanos como la gran área a mejorar en los
primeros años de este milenio.
En general,
se definen los factores humanos como la utilización de las ciencias
humanas con el propósito de mejorar las relaciones entre los hombres,
entre estos y la máquina y el medio (entorno).
Persistentemente,
se recuerda, que entre el 70 y el 80% de los accidentes son causados
por factores humanos. Si se quiere reducir el número de accidentes, es
necesario comprender mejor los factores humanos y aplicar mejor dicho
conocimiento, mejorando las relaciones entre los hombres, y entre éstos y
la máquina y el medio.
Ø Relación elemento humano-elemento humano
No
siempre el programar a dos pilotos habilidosos y capaces da como
resultado una buena tripulación. La tripulación de vuelo funciona como
un grupo y las influencias del grupo ejercen una función importante para
determinar el comportamiento y el rendimiento. En este punto son
importantes la cooperación de la tripulación, el liderazgo, el trabajo
en equipo y las interacciones de personalidades.
La
Gestión de Recursos de Tripulantes (CRM), inicialmente desarrollada en
los Estados Unidos, es propugnada tanto por OACI como por otros
organismos como el primer medio para reducir accidentes atribuidos a
factores humanos. Se deben hacer cursos de CRM e instrucción de vuelo
orientada a la operación en línea (vuelo loft), (los cursos de CRM deben
incluir entre otros: el liderazgo, la personalidad y las actitudes, la
coordinación entre tripulantes, la motivación, la disposición general
del puesto de pilotaje, la disposición general de la cabina de pasajeros
y el ejercicio de la visión y los aspectos anticolisión)
Ø Relación elemento humano-máquina
La
gran capacidad de adaptación de los humanos hace que muchas veces pase
desapercibido un mal diseño, aunque éste sea capaz de provocar un
desastre. Esto constituye un peligro potencial, del cual deben estar
advertidos los proyectistas (por ejemplo el diseño de los asientos para
ajustarlos a las características del cuerpo humano sentado, las
pantallas que se ajusten a las características sensoriales y a las del
procesamiento de información del usuario, de controles dotados de
movimiento, codificación y ubicación adecuados), así como de los
diferentes clientes y sus diferencias culturales a la hora de diseñar
las cabinas de vuelo. Los pilotos deberían probar en simuladores los
procedimientos normales, anormales y de emergencia, así como sus
modificaciones antes de su puesta en funcionamiento. Los típicos errores
de tripulación ocurren cuando se tarda en percibir un problema y se
demora en corregirlo.
Ø Relación elemento humano-ambiente.
Esta
relación fue una de las que primero se reconocieron en vuelo.
Inicialmente, todas las medidas tomadas tenían como objeto adaptar al
ser humano para afrontar el ambiente (cascos, trajes de vuelo, máscaras
de oxigeno). Posteriormente, la tendencia fue invertir este
procedimiento, adaptando el ambiente a las necesidades humanas
(presurización, insonorización, sistemas de aire acondicionado).
Nuevos
desafíos han aparecido hoy con la concentración de ozono y la radiación
a altos niveles de vuelo, los problemas relacionados con la
perturbación de los ritmos biológicos y los correspondientes trastornos
por la falta de sueño.
Dado
que las ilusiones y la desorientación constituyen la raíz de muchos
accidentes de aviación, la relación hombre-ambiente debe tomar en
consideración los errores perceptivos provocados por las condiciones
ambientales, por ejemplo, las ilusiones experimentadas durante las fases
de aproximación y aterrizaje.
La
aviación funciona dentro de un contexto lleno de amplias restricciones
políticas y económicas, y esos aspectos ambientales interactuarán en
esta relación. Aunque la posibilidad de modificar estas influencias está
fuera del alcance de los practicantes de los factores humanos, su
incidencia es muy importante y deberían tenerlas debidamente en cuenta y
ocuparse de ellas los directivos y Autoridades que tienen posibilidades
de hacerlo.
Ø Relación elemento humano-soporte lógico.
Abarca
al ser humano y a los aspectos no físicos del sistema, tales como los
procedimientos, la presentación general de manuales y listas de
verificación, la simbología y los programas de computadora. En esta
relación, los problemas son a menudo tangibles y, en consecuencia, más
difíciles de resolver (por ejemplo, la mala interpretación de las listas
de emergencia o de la simbología).
CONCEPTOS ESPECÍFICOS.
El
cerebro humano es uno de los más complejos mecanismos conocidos. Es el
control central y el centro de procesamiento de la información para casi
toda la actividad humana, así como el lugar de almacenamiento de la
información recibida a lo largo del ciclo de la vida. La capacidad de
memoria y de proceso del cerebro está muy por encima d cualquier
computador conocido en la actualidad. Los científicos tienen por
descubrir una compleja función del cerebro a lo largo de los siglos
venideros.
EL TRABAJO FÍSICO.
El
trabajo físico influye ampliamente en la aplicación de los factores
humanos, ya que se deben observar las posturas y los procesos de las
tareas a realizar para analizar si conllevan algún riesgo para la salud.
En el mantenimiento aeronáutico, la adaptación de las tareas de
reparación de equipos de aviónica y las mecánicas es independiente, ya
que son totalmente distintas.
En el trabajo físico para realizar tareas, hay que considerar el carácter de éstas, tal como
- su monotonía
- su variedad
- las posturas de trabajo.
ERROR HUMANO.
El
error humano es inevitable, pero podemos estudiarlo y utilizar un
sistema de gestión del error basado en la prevención y en tomar medidas
para reducir las consecuencias negativas de esos errores. Para ello,
intentaremos definir los distintos tipos de errores humanos, explicarnos
porqué los trabajadores cometen errores, cómo el error humano afecta al
trabajador y definir estrategias de prevención del error humano.
Los
factores humanos que afectan más directamente al trabajador en las
tareas de mantenimiento en aeronáutica, podrían considerarse como el
entrenamiento, la ayuda al trabajo, los sistemas de información y las
prácticas de reducción del error. Cualquier programa de Factores Humanos
tendrá como objetivo la reducción del error humano, disminuyendo o
evitando los accidentes e incidentes relativos a errores en las
operaciones de mantenimiento de aviones. Como una consecuencia más, será
conseguir una mejora en la eficiencia y efectividad del mantenimiento.
CÓMO SE PUEDEN TENER EN CUENTA LOS FACTORES HUMANOS.
La
Organización tendrá en cuenta los FF.HH. haciéndolos presente en todas
las manifestaciones empresariales, ya sean a través de la normativa
desarrollada como a través de los procedimientos a aplicar en las
diversas áreas.
Por
ello, la Organización puede incluir en su M.O.E. tal concepto,
dependiendo el tema de los capítulos tratados en el mismo, estando el
desarrollo de su inclusión expuesto más delante de forma detallada.
El concepto de factores humanos se debe tener en cuenta en los lugares
adecuados del MOE de la Organización, camino utilizado para ser
incluidos en la actividad aeronáutica realizada por la compañía
correspondiente. El desarrollo específico y su aplicación en detalle,
debe confeccionarse mediante un texto que sea aceptado y respaldado por
el Gerente Responsable, así como aprobado por la Autoridad Aeronáutica.
CONCLUSIÓN
Como se puede observar, la aplicación del concepto de factores humanos
es muy sutil en cuanto a que se puede confundir con conceptos similares
(recursos humanos, etc) o con situaciones laborales que nada tienen que
ver con lo que aquí se trata (derechos del trabajador, etc). No hay duda
que el estado de bienestar alcanzado en la sociedad tiene que ver algo
con la aparición del concepto de factores humanos, pero su aplicación en
cualquier organización debe tener, además de un compromiso que asegure
la misma, un control y soporte psicológico que haga que el trabajador
desarrolles sus actividades en las condiciones y rendimiento óptimos,
siendo éste consecuencia positiva de aquellas.
En nuestro caso, la organización que sea se debe compromete en la
aplicación y seguimiento del concepto de factores humanos, todo ello
dentro de una práctica lógica, ya que no se tiene un conocimiento claro
de que la Autoridad correspondiente, dé unas pautas que permita a las
organizaciones una sencilla aplicación directa. Por ello, se considera
que la aplicación de los factores humanos debe efectuarse de forma muy
lenta pensando también en la propia Organización, procurando una
progresiva educación sobre este tema de los trabajadores y, por tanto,
la aceptación sin presión de los beneficios que se puedan desprender de
la aplicación de este paso tan importante.
Así mismo, los costes que puede ocasionar la aplicación de los ff.hh. y
su entendimiento práctico equivocado, es algo a tener muy en cuenta a
la hora de aplicar un concepto que no está muy definido por la Autoridad
correspondiente, pero que, sin embargo, pueda ser exigida su
aplicación. Cualquier Organización es consciente que en la propia
aplicación de factores humanos está, como un fin más, la prevención de
accidentes e incidentes laborales sobre la cual el beneficio es de
todos.
POR FAVOR REVISA ESTA INFORMACIÓN
https://www.apcointl.org/doc/conference-documents/resources/244-air-traffic-controller-human-factor/file.html
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